Muchos hacen sus metas para el año. Pocos las logran. Es fácil soñar. Lo difícil es comprometerse. El compromiso implica dedicación de tiempo, renuncia (a lo incompatible), y oídos sordos a las críticas insanas. Tú puedes lograr tus sueños. Primero, plantéalos con claridad. Después comprométete y paga el precio. Declara, cree y provoca que este año sea el mejor año para ti y tu familia. Lo merecen.