Hermoso video de una de las mejores autoras de autoayuda y superacion
"Las palabras constituyen poderosos instrumentos de cambio profundo o de adaptación al medio en que vivimos. Pensadas, pronunciadas, escuchadas, están siempre presentes no sólo en nuestra relación con los demás sino también en nuestro diálogo interno.
Como aprender a utilizarlas en mensajes positivos para nuestra vida es el tema de que, en una charla amena, se ocupa la autora de "Usted puede sanar su vida."
Fuente https://www.youtube.com/watch?v=whzpBB1pRls
611319332134b5c1e824514a4e1c27b436090d13
Blog sobre autoayuda y superacion con el fin de elevar la autoestima
No son las caidas ni las derrotas las que pueden hacer fracasar nuestras vidas, sino la falta de coraje para levantarse y seguir adelante
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Lo determinante del apego
Nota de presna publicac en el peridico Página Siete el día 23 de Julio de 2017 en la revista Miradas en la página 4
La forma en que se desarrolla el vínculo es una determinante fundamental de la salud mental del niño.
Bitia Vargas La Paz
El apego es ese vínculo emocional que se establece entre la madre, el cuidador primario y el bebé.
Es debido a este vínculo especial que se va formando entre esa pareja singular, que el bebé siempre intenta mantenerse cerca de su madre y de su padre, poniéndose triste o sintiendo su ausencia cuando por alguna razón le separan de ella, o de él.
La forma en que se desarrolla este vínculo es una determinante fundamental de la salud mental del niño y posterior adulto. Por lo tanto, el apego, en caso de que no haya sido saludable, ni positivo, puede acarrear grandes problemas en la vida adulta.
Un estudio científico evidenció los tipos de apego que hoy en día se conocen: seguro, inseguro, ansioso y desorganizado.
Hablamos de apego seguro cuando el niño se siente protegido y contenido por el adulto, siendo normal que extrañe su presencia, o que su ausencia le afecte. Si bien se siente triste y afectado por la ausencia de la madre, rápidamente se consuela cuando ella regresa. En este caso el niño asocia la seguridad con la madre, y eso es saludable.
Este tipo de apego coadyuva a que en la adultez la persona se sienta segura de sí, tenga un autoconcepto positivo de sí misma y una autoestima saludable, lo que le permite enfrentar y adaptarse más rápidamente a las dificultades de la vida. En cuanto a la elección de la pareja, las personas que han desarrollado un apego positivo no intentan buscar en el otro algo que les complete, porque no son personas a medias, sino enteras, buscan en el otro algo que les complemente, sin perder la singularidad y respetando los espacios de cada quien, lo que no sucede, por supuesto, en el apego inseguro, ansioso y desorganizado.
El apego inseguro, por otro lado, se presenta cuando los padres son poco afectivos y poco disponibles con el bebé, no responden a sus necesidades emocionales y creen que el llanto está más asociado a la crianza que a la demanda de amor de los hijos.
En este caso, cuando la madre se va, el niño puede no sentir su ausencia e ignorarla cuando regresa. Podemos llegar a creer que esto es muy bueno, porque pareciera que el niño es totalmente independiente, pero en realidad ello no hace más que demostrar que los vínculos afectivos entre la madre y el hijo no son lo suficientemente estables ni fuertes.
Este tipo de apego puede conducir en la vida adulta a lo que llamamos "frialdad emocional”: la incapacidad de generar vínculos con terceras personas, lo que le dificulta en la vida de pareja.
El apego ansioso se da cuando los padres suelen ser figuras constantemente ausentes y presentes, que se muestran afectivos y disponibles y otras veces nerviosos y castigadores. Las personas que han desarrollado este tipo de apego suelen ser temerosas o pasivas-agresivas, dependientes del otro, ser demandantes de atención y furiosas y tristes cuando no lo reciben de sus parejas. Están constantemente buscando llenar sus "vacíos” a través del otro, por lo tanto, no es extraño que se involucren profundamente con alguien que apenas conocen.
El apego desorganizado va a ser resultado de unos padres cambiantes e inestables. Generalmente se desarrolla en familias conflictivas y caotizadas, en la que cada miembro de la familia sobrevive como puede.
Como consecuencia, el niño cree que no lo aman lo suficiente para preocuparse por él, o que no es importante, lo cual afecta en gran medida a la consolidación de una autoestima alta.
Si bien no todas las personas que no han tenido la oportunidad de desarrollar un apego positivo con sus cuidadores van a necesariamente tener un trastorno de salud mental, es importante entender que el modo en que nos vinculamos con nuestros hijos va a ser determinante en su futuro.
No podemos obviar que aun en las peores circunstancias existe una esperanza, que al final del día puede salvarnos pesar de los pronósticos, se llama resiliencia, y lo mejor de todo es que es una capacidad inherente a todo ser humano.
La forma en que se desarrolla el vínculo es una determinante fundamental de la salud mental del niño.
Bitia Vargas La Paz
El apego es ese vínculo emocional que se establece entre la madre, el cuidador primario y el bebé.
Es debido a este vínculo especial que se va formando entre esa pareja singular, que el bebé siempre intenta mantenerse cerca de su madre y de su padre, poniéndose triste o sintiendo su ausencia cuando por alguna razón le separan de ella, o de él.
La forma en que se desarrolla este vínculo es una determinante fundamental de la salud mental del niño y posterior adulto. Por lo tanto, el apego, en caso de que no haya sido saludable, ni positivo, puede acarrear grandes problemas en la vida adulta.
Un estudio científico evidenció los tipos de apego que hoy en día se conocen: seguro, inseguro, ansioso y desorganizado.
Hablamos de apego seguro cuando el niño se siente protegido y contenido por el adulto, siendo normal que extrañe su presencia, o que su ausencia le afecte. Si bien se siente triste y afectado por la ausencia de la madre, rápidamente se consuela cuando ella regresa. En este caso el niño asocia la seguridad con la madre, y eso es saludable.
Este tipo de apego coadyuva a que en la adultez la persona se sienta segura de sí, tenga un autoconcepto positivo de sí misma y una autoestima saludable, lo que le permite enfrentar y adaptarse más rápidamente a las dificultades de la vida. En cuanto a la elección de la pareja, las personas que han desarrollado un apego positivo no intentan buscar en el otro algo que les complete, porque no son personas a medias, sino enteras, buscan en el otro algo que les complemente, sin perder la singularidad y respetando los espacios de cada quien, lo que no sucede, por supuesto, en el apego inseguro, ansioso y desorganizado.
El apego inseguro, por otro lado, se presenta cuando los padres son poco afectivos y poco disponibles con el bebé, no responden a sus necesidades emocionales y creen que el llanto está más asociado a la crianza que a la demanda de amor de los hijos.
En este caso, cuando la madre se va, el niño puede no sentir su ausencia e ignorarla cuando regresa. Podemos llegar a creer que esto es muy bueno, porque pareciera que el niño es totalmente independiente, pero en realidad ello no hace más que demostrar que los vínculos afectivos entre la madre y el hijo no son lo suficientemente estables ni fuertes.
Este tipo de apego puede conducir en la vida adulta a lo que llamamos "frialdad emocional”: la incapacidad de generar vínculos con terceras personas, lo que le dificulta en la vida de pareja.
El apego ansioso se da cuando los padres suelen ser figuras constantemente ausentes y presentes, que se muestran afectivos y disponibles y otras veces nerviosos y castigadores. Las personas que han desarrollado este tipo de apego suelen ser temerosas o pasivas-agresivas, dependientes del otro, ser demandantes de atención y furiosas y tristes cuando no lo reciben de sus parejas. Están constantemente buscando llenar sus "vacíos” a través del otro, por lo tanto, no es extraño que se involucren profundamente con alguien que apenas conocen.
El apego desorganizado va a ser resultado de unos padres cambiantes e inestables. Generalmente se desarrolla en familias conflictivas y caotizadas, en la que cada miembro de la familia sobrevive como puede.
Como consecuencia, el niño cree que no lo aman lo suficiente para preocuparse por él, o que no es importante, lo cual afecta en gran medida a la consolidación de una autoestima alta.
Si bien no todas las personas que no han tenido la oportunidad de desarrollar un apego positivo con sus cuidadores van a necesariamente tener un trastorno de salud mental, es importante entender que el modo en que nos vinculamos con nuestros hijos va a ser determinante en su futuro.
No podemos obviar que aun en las peores circunstancias existe una esperanza, que al final del día puede salvarnos pesar de los pronósticos, se llama resiliencia, y lo mejor de todo es que es una capacidad inherente a todo ser humano.
Se nos muere el amor ...
Esta es un reportaje sbre como debe ser el amor entre dos personas que se aman, habla de que deben hacer las cosas juntas y compartir el mayor tiempo posible
Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el dia domingo 16 de Julio de 2017 en la revista Miradas en la sección Ad Libitum
Guery Zabala Gumucio
E l amor no se acaba de un día para otro, con una infidelidad o una agresión. Son muchas las gotas que colman la copa. El amor suele recibir muchas heridas antes de colapsar definitivamente.
Además de la infidelidad, las mentiras o los problemas económicos, existen otros comportamientos de los que se habla menos pero que son igual de destructivos para la vida en pareja.
Aunque pueda parecer sorprendente, existen conductas y acciones que influyen igual o de forma más negativa en la salud de los matrimonios que las causas más habituales de los divorcios.
Pasar tiempo en pareja es importante, pero no es bueno dejar a las amistades a un lado. Es poco realista depender de tu pareja para satisfacer todas tus necesidades sociales. Que cada uno tenga su espacio para quedar con sus amigos puede beneficiar a tu matrimonio. Con tus amigos puedes obtener otras experiencias, perspectivas y un apoyo que realmente puede mejorar tu relación.
He aquí algunos consejos prácticos:
Subestimar el contacto. Si es de los que raramente estableces contacto físico con tu pareja o incluso llegas al punto de tener sexo solo en ocasiones especiales (cumpleaños, aniversarios y vacaciones), tal vez sea el momento de cambiar, ya que te diriges hacia un camino sin dirección alguna.
No es necesario tener sexo todos los días, pero algún tipo de contacto sexual o erótico a diario es importante.
Tener amistades negativas. Rodearse del tipo equivocado de gente puede afectar negativamente a tu relación.
¿Tus amigos se quejan en privado de sus parejas? ¿Coquetean con otras personas a sus espaldas? Las malas relaciones son tóxicas y pueden cambiar tus propios hábitos.
No repartirse las tareas del hogar. Cuando solo uno de los miembros de la pareja se ocupa de los quehaceres del hogar, se crea resentimiento y se obstaculiza la conexión con la pareja. Las parejas que no dividen las tareas del hogar tienen menos satisfacción en su relación y menos sexo.
Comunicación. Reflexionar y comunicarse más allá de los habituales ¿cómo fue tu día? o ¿qué planes tenemos para el fin de semana? es esencial para que el amor dure, abordar el estado de la relación en las conversaciones, ya que tendrá consecuencias positivas aunque pueda parecer incómodo al principio.
Meros compañeros de habitación. El síndrome de los compañeros de habitación es un silencioso verdugo de las relaciones. Una vez que se ha alcanzado esa condición se puede sentir como si estuvieras viviendo una vida paralela a la de tu pareja, a la que solo les une el espacio que comparten, las cuentas bancarias y los hijos.
Una vez que han caído en esta especie de abismo, deberías sacudir tu rutina para traer de vuelta el fuego y la pasión. La pareja debe esforzarse por pasar tiempo juntos, trabajando en equipo en un proyecto que les apasione. Por ejemplo, remodelando la casa, empezando a hacer deportes juntos o aprendiendo a cocinar platos vegetarianos, por poner solo algunos ejemplos.
Traumas del pasado. Hay quienes arrastran heridas emocionales desde su niñez o de relaciones pasadas y las llevan al matrimonio. Si tú o tu pareja tienen heridas del pasado que aún no han sanado, es vital buscar ayuda profesional. Es imposible tener una relación saludable y armoniosa si uno no está sano emocionalmente.
Expectativas equivocadas. No quieras experimentar la misma pasión y deseo que tuviste al principio. Es normal no sentir el mismo deseo después de los primeros años. Esto no significa que el amor se acabó. Amar es una decisión que tomas cada mañana cuando te levantas.
Sueños separados. Los matrimonios deben tener propósitos en común. Si tu meta es ahorrar para emprender un negocio, mientras que tu pareja quiere comprar un bote, ten por seguro que habrá problemas. Cuando ambos tienen sueños distintos, cada cual se enfoca en lo suyo, poco a poco se van alejando. Es preciso que encuentren intereses similares y los compartan.
Deterioro en la comunicación. La clave para minimizar las peleas es tener una excelente comunicación, y parte de la comunicación es dejarle saber a tu pareja las cosas que te incomodan.
Muchas frustraciones en el matrimonio son debido a que las personas se callan lo que no les gusta y un día estallan. Cuando hay comunicación, los problemas no se salen de control. Es bueno expresar desde el principio los temores, expectativas y frustraciones (de una manera amable).
A aquellos que van a contraer nupcias pronto les advierto: No puedes casarte pensando en que a la primera que te vaya mal te divorcias. El matrimonio es un vínculo que debería estar lleno de compromiso, afecto, pasión, convivencia, respeto y sentido del humor.
El día que juran amor eterno los dos se comprometen a hacer todo lo posible porque ese amor perdure. Ambos tienen que dar el máximo para que el amor no se acabe y la relación se sostenga en el tiempo.
Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el dia domingo 16 de Julio de 2017 en la revista Miradas en la sección Ad Libitum
Guery Zabala Gumucio
E l amor no se acaba de un día para otro, con una infidelidad o una agresión. Son muchas las gotas que colman la copa. El amor suele recibir muchas heridas antes de colapsar definitivamente.
Además de la infidelidad, las mentiras o los problemas económicos, existen otros comportamientos de los que se habla menos pero que son igual de destructivos para la vida en pareja.
Aunque pueda parecer sorprendente, existen conductas y acciones que influyen igual o de forma más negativa en la salud de los matrimonios que las causas más habituales de los divorcios.
Pasar tiempo en pareja es importante, pero no es bueno dejar a las amistades a un lado. Es poco realista depender de tu pareja para satisfacer todas tus necesidades sociales. Que cada uno tenga su espacio para quedar con sus amigos puede beneficiar a tu matrimonio. Con tus amigos puedes obtener otras experiencias, perspectivas y un apoyo que realmente puede mejorar tu relación.
He aquí algunos consejos prácticos:
Subestimar el contacto. Si es de los que raramente estableces contacto físico con tu pareja o incluso llegas al punto de tener sexo solo en ocasiones especiales (cumpleaños, aniversarios y vacaciones), tal vez sea el momento de cambiar, ya que te diriges hacia un camino sin dirección alguna.
No es necesario tener sexo todos los días, pero algún tipo de contacto sexual o erótico a diario es importante.
Tener amistades negativas. Rodearse del tipo equivocado de gente puede afectar negativamente a tu relación.
¿Tus amigos se quejan en privado de sus parejas? ¿Coquetean con otras personas a sus espaldas? Las malas relaciones son tóxicas y pueden cambiar tus propios hábitos.
No repartirse las tareas del hogar. Cuando solo uno de los miembros de la pareja se ocupa de los quehaceres del hogar, se crea resentimiento y se obstaculiza la conexión con la pareja. Las parejas que no dividen las tareas del hogar tienen menos satisfacción en su relación y menos sexo.
Comunicación. Reflexionar y comunicarse más allá de los habituales ¿cómo fue tu día? o ¿qué planes tenemos para el fin de semana? es esencial para que el amor dure, abordar el estado de la relación en las conversaciones, ya que tendrá consecuencias positivas aunque pueda parecer incómodo al principio.
Meros compañeros de habitación. El síndrome de los compañeros de habitación es un silencioso verdugo de las relaciones. Una vez que se ha alcanzado esa condición se puede sentir como si estuvieras viviendo una vida paralela a la de tu pareja, a la que solo les une el espacio que comparten, las cuentas bancarias y los hijos.
Una vez que han caído en esta especie de abismo, deberías sacudir tu rutina para traer de vuelta el fuego y la pasión. La pareja debe esforzarse por pasar tiempo juntos, trabajando en equipo en un proyecto que les apasione. Por ejemplo, remodelando la casa, empezando a hacer deportes juntos o aprendiendo a cocinar platos vegetarianos, por poner solo algunos ejemplos.
Traumas del pasado. Hay quienes arrastran heridas emocionales desde su niñez o de relaciones pasadas y las llevan al matrimonio. Si tú o tu pareja tienen heridas del pasado que aún no han sanado, es vital buscar ayuda profesional. Es imposible tener una relación saludable y armoniosa si uno no está sano emocionalmente.
Expectativas equivocadas. No quieras experimentar la misma pasión y deseo que tuviste al principio. Es normal no sentir el mismo deseo después de los primeros años. Esto no significa que el amor se acabó. Amar es una decisión que tomas cada mañana cuando te levantas.
Sueños separados. Los matrimonios deben tener propósitos en común. Si tu meta es ahorrar para emprender un negocio, mientras que tu pareja quiere comprar un bote, ten por seguro que habrá problemas. Cuando ambos tienen sueños distintos, cada cual se enfoca en lo suyo, poco a poco se van alejando. Es preciso que encuentren intereses similares y los compartan.
Deterioro en la comunicación. La clave para minimizar las peleas es tener una excelente comunicación, y parte de la comunicación es dejarle saber a tu pareja las cosas que te incomodan.
Muchas frustraciones en el matrimonio son debido a que las personas se callan lo que no les gusta y un día estallan. Cuando hay comunicación, los problemas no se salen de control. Es bueno expresar desde el principio los temores, expectativas y frustraciones (de una manera amable).
A aquellos que van a contraer nupcias pronto les advierto: No puedes casarte pensando en que a la primera que te vaya mal te divorcias. El matrimonio es un vínculo que debería estar lleno de compromiso, afecto, pasión, convivencia, respeto y sentido del humor.
El día que juran amor eterno los dos se comprometen a hacer todo lo posible porque ese amor perdure. Ambos tienen que dar el máximo para que el amor no se acabe y la relación se sostenga en el tiempo.
Transtorno de bipolaridad
Bipolaridad transtorno de cambio drastico de comportamiento, eso quiere decir que de estar triste se puede pasar a estar alegre y luego deprimido en cuestion de segundos, con una conducta inestable
Para saber mas se puede consultar
https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_bipolar
Entre sus caracteristicas tenemos:
Para saber mas se puede consultar
https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_bipolar
Entre sus caracteristicas tenemos:
- El trasntorno bipolar tambien conocido como la depresión maniaca, es una enfermedad mental que causa cambios drásticos de altos y bajos temperamentos, incluye episodios de manía y depresión
- Este transtorno comienza en la adolescencia y durante la primera etapa de la adultez y es de por vida
- La bipolaridad puede ser confundida con el transtorno de deficit de atención por lo que un diagnostico cuidadoso y minucioso es necesario para confirmarla
- Aunque el transtorno bipolar puede ser debilitante, es también una de las enfermedades mentales mas tratables . La combinación de medicina y psicoterapia ayuda a la mayoria de las personas que lo padecen
- El transtorno es dificil de reconocer y de diagnosticar , una de las razones es la hipomania que puede causar que la persona que tenga un alto nivel de energía , pensamientos grandiosos no reales o ideas o impulsividad o comportamiento perturbador y alarmante lo que puede llevar a que la persona niegue que exista un problema mental
- Aunque una conexión genética especifica al transtorno bipolar no fue determinada no hay estudios que muestran que le 90 % tiene parientes con alguna depresión
- Se sugiere que las personas con el transtorno reciban consejeria, educación y apoyo de los amigos y la familia es un as principal para el recobro
Con datos del periodico La razon del viernes 23 de Marzo de 2018 página A12
¨ CREAR TU PROPRIA VIDA ¨ Louise Hay y Wayne Dyer
Video de los mas grandes exponentes de la autoayuda y superación que ensenan a crear tu propia vida
Es un video maravilloso, corto,lleno de sabiduría y gran ayuda. Louise Hay y Wayne Dyer nos irán revelando y regalando grandes herramientas para Crear nuestra propia vida. No te lo pierdas… anota, practica… nuestra vida puede ser todo aquello que nos propongamos estando atentos a nuestros pensamientos y modificándolos en positivo. Disfruta con el vídeo y cambia aquello que consideres. Vamos a crear nuestra propia vida. La que realmente queremos!
"Con cada pensamiento que pensamos está creando nuestro futuro.
Todos los eventos que has experimentado en tu vida hasta este momento han sido creados por tus pensamientos y creencias que has tenido en el pasado. Fueron creados por los pensamientos y palabras que usaste ayer, la pasada semana, el pasado mes, el pasado año.
No importa el lugar donde vivimos en el planeta o lo difícil que nuestra situación parezca ser, tenemos la capacidad de superar y trascender nuestras circunstancias.
El poder esta siempre en el momento presente.
Si tus padres no sabían cómo amarse a sí mismos, sería imposible para ellos enseñarte cómo amarte a ti mismo. Estaban haciendo lo mejor que podían con lo que se les había enseñado de niños.
Si quiero ser aceptado como soy, necesito estar dispuesto a aceptar otros como son" Louise Hay
Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=YJkG2tMyE2Q
Es un video maravilloso, corto,lleno de sabiduría y gran ayuda. Louise Hay y Wayne Dyer nos irán revelando y regalando grandes herramientas para Crear nuestra propia vida. No te lo pierdas… anota, practica… nuestra vida puede ser todo aquello que nos propongamos estando atentos a nuestros pensamientos y modificándolos en positivo. Disfruta con el vídeo y cambia aquello que consideres. Vamos a crear nuestra propia vida. La que realmente queremos!
"Con cada pensamiento que pensamos está creando nuestro futuro.
Todos los eventos que has experimentado en tu vida hasta este momento han sido creados por tus pensamientos y creencias que has tenido en el pasado. Fueron creados por los pensamientos y palabras que usaste ayer, la pasada semana, el pasado mes, el pasado año.
No importa el lugar donde vivimos en el planeta o lo difícil que nuestra situación parezca ser, tenemos la capacidad de superar y trascender nuestras circunstancias.
El poder esta siempre en el momento presente.
Si tus padres no sabían cómo amarse a sí mismos, sería imposible para ellos enseñarte cómo amarte a ti mismo. Estaban haciendo lo mejor que podían con lo que se les había enseñado de niños.
Si quiero ser aceptado como soy, necesito estar dispuesto a aceptar otros como son" Louise Hay
Fuente; https://www.youtube.com/watch?v=YJkG2tMyE2Q
Estrés postraumático
Nota de prensa publicada en el periodico Página Siete en la revist Miradas el día domingo 2 de Julio de 2017
Para saber mas puede consultar
https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_por_estr%C3%A9s_postraum%C3%A1tico
La sensación de peligro nos puede generar miedo e incapacidad para controlar nuestras emociones.
Bitia Vargas La Paz
Mucho se ha escuchado sobre este término, sobre todo para explicar ciertos síntomas que se pueden presentar luego de un evento muy crítico que ha dañado seriamente nuestra salud mental, o ha actuado como una determinante de ésta.
Un evento traumático puede ser cualquier circunstancia que amenaza peligrosamente nuestra supervivencia, como, por ejemplo, una violación, abuso sexual en la infancia, abuso físico, un intento de asesinato, un rapto, estar al borde la muerte, un accidente muy grave, estar expuestos a guerras, estar expuestos a desastres naturales, etcétera.
Todas estas situaciones hacen que nos sintamos inseguros, en riesgo, y esta sensación de inseguridad y de peligro nos puede generar un miedo tan grande que somos incapaces de controlar emociones, pensamientos y conductas.
Sin embargo, como en todo lo que ocurre en la vida hay excepciones y evidentemente no todas las personas que han estado expuestas a este tipo de eventos van a desarrollar necesariamente un estrés postraumático.
Si bien, ante cualquier suceso de por sí crítico, nuestro cuerpo genera síntomas como el temor, la incapacidad para conciliar el sueño, que es normal, el tiempo que duren dichos síntomas y la no evolución de nuestro estado, va a determinar, como lo señalan los expertos, que esto sea considerado o no un estrés postraumático.
Las razones de por qué algunos desarrollan este trastorno y otros no todavía no están muy claras, pero existen factores determinantes, por ejemplo la intensidad del evento traumático, o el nivel de apoyo que haya recibido la persona luego del hecho. Es decir, cuán contenida se haya sentido.
Una situación puede haber sido verdaderamente horrible para la persona, pero si ésta ha recibido inmediatamente ayuda y seguridad es más probable que llegue a reconstruir su vida o sanar sus heridas más rápidamente que una que no haya recibido ni apoyo ni ayuda.
Los expertos en salud mental han identificado algunos síntomas propios del estrés postraumático: Síntomas de re-experimentación, o lo que comúnmente se conoce como revivir el evento una y otra vez.
Evitación de situaciones que recuerden el evento, evitar hablar de ello por miedo a revivir las emociones sentidas, reprimir recuerdos, evitar personas que nos puedan hacer recuerdo al evento.
Esto puede ocasionar un aislamiento total o parcial de la persona.
Sensación de indiferencia: no estar interesado más en aquello que antes posiblemente hasta nos apasionaba, ser incapaz de expresar sentimientos.
Hiperexcitación: estar ansiosos constantemente, nerviosos, alertas o a la defensiva.
Muchos de estos síntomas pueden sentirse también en otro tipo de trastornos, por eso es de vital importancia que esta evaluación la haga siempre un profesional especializado en el campo de la salud mental. Por otro lado, todos estos síntomas pueden ser desencadenantes de otros trastornos más, como el abuso de sustancias, la depresión, o la ansiedad.
Es importante que si estamos ante un familiar o un amigo que creamos está vivenciando un estrés postraumático, o esté presentado este cuadro de síntomas, seamos los que impulsen la búsqueda de ayuda oportuna, o apoyar en la contención que brinde ese apoyo, tan necesario durante cualquier enfermedad.
La ciencia ha avanzado mucho y ahora existen psicoterapias y terapias farmacológicas muy efectivas para tratar este trastorno.
Buscar y aceptar ayuda siempre es el inicio para mejorar algo que nos está haciendo daño, pensar que ciertas situaciones se resolverán por sí solas o con el tiempo es un arma mucha veces de doble filo.
Es probable que creamos que se haya resuelto nuestro problema, pero corremos el riesgo de desarrollar otras dolencias a raíz de la primera no atendida, que pueden ir apareciendo en el futuro, haciéndonos incapaces de vivir una vida feliz y plena que todos merecemos.
Para saber mas puede consultar
https://es.wikipedia.org/wiki/Trastorno_por_estr%C3%A9s_postraum%C3%A1tico
La sensación de peligro nos puede generar miedo e incapacidad para controlar nuestras emociones.
Bitia Vargas La Paz
Mucho se ha escuchado sobre este término, sobre todo para explicar ciertos síntomas que se pueden presentar luego de un evento muy crítico que ha dañado seriamente nuestra salud mental, o ha actuado como una determinante de ésta.
Un evento traumático puede ser cualquier circunstancia que amenaza peligrosamente nuestra supervivencia, como, por ejemplo, una violación, abuso sexual en la infancia, abuso físico, un intento de asesinato, un rapto, estar al borde la muerte, un accidente muy grave, estar expuestos a guerras, estar expuestos a desastres naturales, etcétera.
Todas estas situaciones hacen que nos sintamos inseguros, en riesgo, y esta sensación de inseguridad y de peligro nos puede generar un miedo tan grande que somos incapaces de controlar emociones, pensamientos y conductas.
Sin embargo, como en todo lo que ocurre en la vida hay excepciones y evidentemente no todas las personas que han estado expuestas a este tipo de eventos van a desarrollar necesariamente un estrés postraumático.
Si bien, ante cualquier suceso de por sí crítico, nuestro cuerpo genera síntomas como el temor, la incapacidad para conciliar el sueño, que es normal, el tiempo que duren dichos síntomas y la no evolución de nuestro estado, va a determinar, como lo señalan los expertos, que esto sea considerado o no un estrés postraumático.
Las razones de por qué algunos desarrollan este trastorno y otros no todavía no están muy claras, pero existen factores determinantes, por ejemplo la intensidad del evento traumático, o el nivel de apoyo que haya recibido la persona luego del hecho. Es decir, cuán contenida se haya sentido.
Una situación puede haber sido verdaderamente horrible para la persona, pero si ésta ha recibido inmediatamente ayuda y seguridad es más probable que llegue a reconstruir su vida o sanar sus heridas más rápidamente que una que no haya recibido ni apoyo ni ayuda.
Los expertos en salud mental han identificado algunos síntomas propios del estrés postraumático: Síntomas de re-experimentación, o lo que comúnmente se conoce como revivir el evento una y otra vez.
Evitación de situaciones que recuerden el evento, evitar hablar de ello por miedo a revivir las emociones sentidas, reprimir recuerdos, evitar personas que nos puedan hacer recuerdo al evento.
Esto puede ocasionar un aislamiento total o parcial de la persona.
Sensación de indiferencia: no estar interesado más en aquello que antes posiblemente hasta nos apasionaba, ser incapaz de expresar sentimientos.
Hiperexcitación: estar ansiosos constantemente, nerviosos, alertas o a la defensiva.
Muchos de estos síntomas pueden sentirse también en otro tipo de trastornos, por eso es de vital importancia que esta evaluación la haga siempre un profesional especializado en el campo de la salud mental. Por otro lado, todos estos síntomas pueden ser desencadenantes de otros trastornos más, como el abuso de sustancias, la depresión, o la ansiedad.
Es importante que si estamos ante un familiar o un amigo que creamos está vivenciando un estrés postraumático, o esté presentado este cuadro de síntomas, seamos los que impulsen la búsqueda de ayuda oportuna, o apoyar en la contención que brinde ese apoyo, tan necesario durante cualquier enfermedad.
La ciencia ha avanzado mucho y ahora existen psicoterapias y terapias farmacológicas muy efectivas para tratar este trastorno.
Buscar y aceptar ayuda siempre es el inicio para mejorar algo que nos está haciendo daño, pensar que ciertas situaciones se resolverán por sí solas o con el tiempo es un arma mucha veces de doble filo.
Es probable que creamos que se haya resuelto nuestro problema, pero corremos el riesgo de desarrollar otras dolencias a raíz de la primera no atendida, que pueden ir apareciendo en el futuro, haciéndonos incapaces de vivir una vida feliz y plena que todos merecemos.
¿ Necesitamos terapia ?
Nota de prensa que salio publicada en el periodico Página Siete el día 2 de Julio de 2017 en la revista Miradas en la sección Ad Libitum
Guery Zabala Gumucio
La terapia de pareja no es algo común aún en nuestro medio, pero cada día se va creando más conciencia en la comunidad sobre la importancia de esta área de la psicología y la sexología. Esta herramienta busca orientar a las parejas a encontrar la solución a sus problemas en el menor tiempo posible y ayudarlas eficazmente para fortalecer la vida conyugal.
El momento indicado para consultar es cuando se percibe una dificultad y también cuando empiezan a detectarse algunos síntomas que se evidencian por el estrés.
Lo ideal es que se consulte en pareja, salvo que la persona se encuentre soltera. En ese caso, siempre hay que tener en cuenta cuáles serán las tareas indicadas en su condición de no tener pareja estable y se deben acomodar a su situación relacional. Cuando se está en pareja, es conveniente que ambos asistan. De esta manera, el objetivo se consigue más rápido, ya que se evalúan todos los condicionantes que pueden estar perturbando el éxito del tratamiento.
Hay una serie de indicadores frecuentes que muestran la necesidad de que la pareja necesite una terapia:
1. Continuamente se van a dormir molestos o rabiosos por lo que están viviendo.
2. Las mentiras tuyas o de tu pareja son cosas del diario vivir.
3. La comunicación se deteriora y tiende a desaparecer. Sólo hablan lo estrictamente necesario.
4. La pareja dedica bastante tiempo a quejarse de las acciones de la otra persona.
5. Él o ella se siente solo, aunque tiene una pareja.
6. La pareja prefiere pasar más tiempo con otras personas.
7. Tú o tu pareja prefiere ocupar el tiempo en la computadora, el celular y no compartir.
8. Prefieres masturbarte o abstenerte de las relaciones sexuales con tu pareja.
9. Él o ella deja de admirar a la otra persona y se siente decepcionado.
10. La pareja se concentra en el trabajo.
11. Él o ella ha perdido la confianza.
12. Las relaciones sexuales son poco frecuentes, pasan más de 15 días sin contacto íntimo.
13. Él o ella siente envidia de las parejas estables y armoniosas en el círculo de amigos.
14. Los hijos son la única razón real para no divorciarse.
15. Él o ella subestima al otro o cree que es inferior.
16. Mantienen relaciones sexuales casi por obligación.
17. No hay un proyecto de vida común. No hacen planes conjuntos para el futuro.
18. Sienten que ya no hay nada que les atrae de su pareja, y no saben por qué están juntos.
19. La familia del otro es un problema. Pelean frecuentemente con ellos o no se hablan.
20. Buscas aventuras emocionales por internet para mantenerte y sentirte deseado.
21. Los celos son cosa del diario vivir. Son comunes los disgustos por celos.
22. Él o ella es más atento y cariñoso con las otras personas y no con la pareja.
23. La diversión de los dos, solos, está desapareciendo .
24. Cuando planean hacer algo juntos, se les presenta algo para evitarlo.
25. Olvidan los aniversarios y fechas importantes .
26. Las promesas no se cumplen.
27. No se hacen cariños, besos, caricias ni halagos mutuos.
28. Sólo ven los defectos de su pareja.
29. Se interesan en una tercera persona.
30. Se concentran en los hijos para evadir a la otra persona.
31. Sienten que han empezado a dejar de ser ellos mismos y se están convirtiendo en otra persona.
32. Hay violencia en la pareja: insultos, empujones o golpes.
33. No hablan, ni salen ni comentan con terceros sobre su vida en pareja.
34. Sientes que tu pareja es más un compañero de cuarto o de habitación que un amante.
35. Se castigan y no se hablan por días.
El terapeuta no les dirá qué hacer puntualmente, pero sí les ayudará a organizarse mejor, a tomar decisiones adecuadas, a comunicarse asertivamente, a perdonar hechos que marcaron negativamente la relación, a cómo volver a valorar los momentos de intimidad afectiva y sexual que también fueron alteradas.
Sabemos que pedir ayuda no es fácil, cuesta aceptar que estamos fallando y que no nos va bien.
No es necesario convencer a tu pareja de ir a la terapia porque no podemos obligar a que esté en un espacio donde no se sienta cómodo, pero asistiendo uno de los dos será de gran ayuda para el bienestar de ambos como pareja. Suele pasar que con el paso de las sesiones la pareja se anime.
Hay que tener en cuenta que los procesos de terapia requieren de un tiempo y ello dependerá de la frecuencia, el compromiso, predisposición al cambio y el tipo de conflicto por el cual se acude (que no es la gota que derramó el vaso, sino las causas principales del problema).
Guery Zabala Gumucio
La terapia de pareja no es algo común aún en nuestro medio, pero cada día se va creando más conciencia en la comunidad sobre la importancia de esta área de la psicología y la sexología. Esta herramienta busca orientar a las parejas a encontrar la solución a sus problemas en el menor tiempo posible y ayudarlas eficazmente para fortalecer la vida conyugal.
El momento indicado para consultar es cuando se percibe una dificultad y también cuando empiezan a detectarse algunos síntomas que se evidencian por el estrés.
Lo ideal es que se consulte en pareja, salvo que la persona se encuentre soltera. En ese caso, siempre hay que tener en cuenta cuáles serán las tareas indicadas en su condición de no tener pareja estable y se deben acomodar a su situación relacional. Cuando se está en pareja, es conveniente que ambos asistan. De esta manera, el objetivo se consigue más rápido, ya que se evalúan todos los condicionantes que pueden estar perturbando el éxito del tratamiento.
Hay una serie de indicadores frecuentes que muestran la necesidad de que la pareja necesite una terapia:
1. Continuamente se van a dormir molestos o rabiosos por lo que están viviendo.
2. Las mentiras tuyas o de tu pareja son cosas del diario vivir.
3. La comunicación se deteriora y tiende a desaparecer. Sólo hablan lo estrictamente necesario.
4. La pareja dedica bastante tiempo a quejarse de las acciones de la otra persona.
5. Él o ella se siente solo, aunque tiene una pareja.
6. La pareja prefiere pasar más tiempo con otras personas.
7. Tú o tu pareja prefiere ocupar el tiempo en la computadora, el celular y no compartir.
8. Prefieres masturbarte o abstenerte de las relaciones sexuales con tu pareja.
9. Él o ella deja de admirar a la otra persona y se siente decepcionado.
10. La pareja se concentra en el trabajo.
11. Él o ella ha perdido la confianza.
12. Las relaciones sexuales son poco frecuentes, pasan más de 15 días sin contacto íntimo.
13. Él o ella siente envidia de las parejas estables y armoniosas en el círculo de amigos.
14. Los hijos son la única razón real para no divorciarse.
15. Él o ella subestima al otro o cree que es inferior.
16. Mantienen relaciones sexuales casi por obligación.
17. No hay un proyecto de vida común. No hacen planes conjuntos para el futuro.
18. Sienten que ya no hay nada que les atrae de su pareja, y no saben por qué están juntos.
19. La familia del otro es un problema. Pelean frecuentemente con ellos o no se hablan.
20. Buscas aventuras emocionales por internet para mantenerte y sentirte deseado.
21. Los celos son cosa del diario vivir. Son comunes los disgustos por celos.
22. Él o ella es más atento y cariñoso con las otras personas y no con la pareja.
23. La diversión de los dos, solos, está desapareciendo .
24. Cuando planean hacer algo juntos, se les presenta algo para evitarlo.
25. Olvidan los aniversarios y fechas importantes .
26. Las promesas no se cumplen.
27. No se hacen cariños, besos, caricias ni halagos mutuos.
28. Sólo ven los defectos de su pareja.
29. Se interesan en una tercera persona.
30. Se concentran en los hijos para evadir a la otra persona.
31. Sienten que han empezado a dejar de ser ellos mismos y se están convirtiendo en otra persona.
32. Hay violencia en la pareja: insultos, empujones o golpes.
33. No hablan, ni salen ni comentan con terceros sobre su vida en pareja.
34. Sientes que tu pareja es más un compañero de cuarto o de habitación que un amante.
35. Se castigan y no se hablan por días.
El terapeuta no les dirá qué hacer puntualmente, pero sí les ayudará a organizarse mejor, a tomar decisiones adecuadas, a comunicarse asertivamente, a perdonar hechos que marcaron negativamente la relación, a cómo volver a valorar los momentos de intimidad afectiva y sexual que también fueron alteradas.
Sabemos que pedir ayuda no es fácil, cuesta aceptar que estamos fallando y que no nos va bien.
No es necesario convencer a tu pareja de ir a la terapia porque no podemos obligar a que esté en un espacio donde no se sienta cómodo, pero asistiendo uno de los dos será de gran ayuda para el bienestar de ambos como pareja. Suele pasar que con el paso de las sesiones la pareja se anime.
Hay que tener en cuenta que los procesos de terapia requieren de un tiempo y ello dependerá de la frecuencia, el compromiso, predisposición al cambio y el tipo de conflicto por el cual se acude (que no es la gota que derramó el vaso, sino las causas principales del problema).
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