La niña que llamas gorda, pasa días sin comer para bajar de peso.
Al niño que le dices bruto, quizás tiene problemas de aprendizaje.
La niña a la que acabas de llamar fea, pasa horas arreglándose para que personas como tú la acepten.
Del niño que te burlas en la escuela, quizás recibe abuso en su hogar como para que tú sigas destruyendo su autoestima.